Cine negro oscuro


Llamado blaxploitation, fue un movimiento que hubo en el Hollywood de los 70, peliculas protagonizadas enteramente por actores de raza negra. Hubo un dracula negro, una lolita negra e incluso una version del Mago de Oz en la que por cierto hacia un cameo un joven Michael Jackson.
A medida que esta comunidad luchaba contra el racismo imperante en la sociedad y por la igualdad de derechos, con figuras pacíficas como Martin Luther King, y otras más combativas, como Malcolm X o el grupo de los Panteras Negras, en el cine las pantallas seguían delegando a los actores negros a un segundo o tercer plano, y siempre con personajes marcados por el estereotipo.
La aparición de las películas de la Blaxploitation no sólo le dio pistoletazo de salida a lo que se ha dado a llamar el Hollywood Negro, sino que además estableció todo un amalgama de nuevos referentes en los que esta comunidad podía encontrar a sus propias estrellas y héroes cinematográficos. Esto no estuvo carente de polémicas, ya que si bien las películas tuvieron una excelente acogida por parte del público al que iban destinadas, no faltaron voces que las acusaron de zancadillear los esfuerzos que se estaban realizando desde el apartado social para cambiar la imagen que el público blanco anglosajón tenía de ellos.


El padre del movimiento
El responsable del nacimiento de la Blaxploitation fue principalmente el realizador Melvin Van Peebles con la cinta de 1971 “Sweet Sweetback's Baadasssss Song”, con la que este veterano realizador demostró que podía llevar a cabo una cinta comercial dirigida a la comunidad negra y en la que se aunaban una trama de acción y violencia con un trasfondo político y social. Entre otros rasgos, la cinta de Van Peebles estableció la naturaleza marginal de los héroes, o mejor dicho anti héroes, de la Blaxploitation, por regla general chulos, traficantes de droga y prostitutas, frente a la corrupción y el racismo de los blancos asentados en estamentos como la política o la policía.

A partir de aquí, la Blaxploitation empezó a crecer con gran cantidad de títulos que llegaban a las pantallas de manera incesante, algunos ayudando a ampliar el camino abierto por estos dos títulos primigenios, como “Black Caesar”, “Superfly”, “The Mack”, “Cleopatra Jones” o “Foxy Brown”, y otros que simplemente quisieron aprovechar el tirón, como “El Padrino Negro”, “La Gestapo Negra” o “T.N.T. Jackson”. Algunas de estas películas pasaron a ser simples remedos de personajes procedentes de la iconografía del cine para el público anglosajón (como es el caso de “Drácula Negro”), o híbridos con otras etiquetas del cine de explotación, como el cine de artes marciales nacido a raíz de la Bruceploitation (por Bruce Lee, aquí podemos destacar la presencia de Jim Kelly, quien acompañó al maestro en “Operación Dragón” y posteriormente protagonizó títulos como “Cinturón Negro” o “Los Demoledores”).

Uno de los pilares de la Blaxploitation fue la creación de su propio star system, encabezado por actores que, gracias a estas películas y el carácter icónico que adquirió su imagen para el público, han pasado a ingresar en la Historia del Cine. Dentro del apartado de intérpretes masculinos, junto al ya mencionado Richard Roundtree podemos destacar también a Fred Williamson, protagonista de “Black Caesar”. Entre los dos marcaron el patrón de este tipo de películas, tipos duros, de moral ambigua y auténticas dinamos sexuales. Por otro lado, tenemos los ejemplos de Ron O’Neal o Max Julien, que saltaron a la fama gracias a sus papeles de traficantes de droga en “Super Fly” y “The Mack”, respectivamente. A esta lista debemos añadir también a Jim Brown, ex jugador de futbol americano, quien apareció en películas dentro y fuera de la Blaxploitation como “Doce del Patíbulo” o “Slaughter”.
En el apartado femenino, también contamos con un grupo de actrices de alto voltaje, capaces de aunar sexualidad, personalidad y un alto grado de agresividad, que las distinguía de sus equivalentes blancas, más dóciles y mojigatas. La principal estrella femenina fue Pam Grier, quien con sus personajes de “Coxy”, “Foxy Brown”, Sheba Shayne (“Sheba, Baby”) se convirtió en la reina de la Blaxploitation. Le siguieron de cerca Tamara Dobson, protagonista de “Cleopatra Jones” o Gloria Hendry, quien tras saltar a la fama con “Black Caesar” hizo historia al convertirse en la primera chica Bond de raza negra en “Vive y Deja Morir”.
La combinación de estos actores y actrices hizo que las películas de la Blaxploitation se distinguieran principalmente por sus fuertes dosis de sexo y violencia, mucho más explícitos que en el otro cine de la época, pero también por su estética. El estrambótico vestuario y los peinados de estos personajes pasaron a ponerse de moda entre el público, suponiendo una muestra más de lo hondo que habían calado estas películas en la audiencia.

El final de un sueño
El fin de la Blaxploitation vino determinado por varios factores. Por un lado, la saturación de películas, en su mayor parte infumables, que acabaron minando el interés del público. Por otro lado, la presión social de personajes relevantes dentro del movimiento por los derechos de los negros, como el reverendo Jesse Jackson, quienes no estaban de acuerdo con la imagen que se daba de ellos. Para estos líderes raciales si lo que se buscaba era ser aceptados por los blancos, el cine debía de dejar de explotar esa presentación de los negros como criminales, traficantes y drogadictos. Por último, la estocada final la puso la propia industria. Una vez Hollywood se recuperó de su mala racha se olvidó de aquellos que habían mantenido el fuerte y las películas de la Blaxploitation fueron borradas del panorama cinematográfico, quedando para el recuerdo como una etapa exótica, pero carente de interés. A partir de este momento el Hollywood negro pasó a estar regido por una nueva generación de cineastas, como Spike Lee, y actores como Denzel Washington, que apostaron por un tipo de cine de mayor reputación, donde se exponía de manera más explícita su mensaje comprometido.